Y si, las cosas difíciles siempre tuvieron para mi cierto atractivo, no porque me lo proponga sino porque asi se da. Y para no desentonar con los aspectos de mi vida, trato de aplicar el mismo principio en todas las áreas, el amor por ejemplo -mentira, me encantaría poder tener algún poder de decisión en él- y así, solo por gusto (nótese el sarcasmo) vengo a enamorarme del chico más impensado.
Primero, tiene novia, la mujer perfecta para él, según lo que dice. Y la verdad no me veo a mi misma como una 'roba novios'
Segundo, es punk. Va una mezcla entre punk y rapero ¿Yo y un punk/rapero/cualquiercosasimilar? es peor combinación que el agua y el aceite. Pero no puedo evitar quedarme mirándolo fijamente en los recreos o cuando pasa por la puerta de mi aula, con su cresta -corta, ya que el colegio no le permite exageraciones- rubia, los pantalones al estilo no me importa nada, una barra cruzada en la parte superior de la oreja izquierda y una cruz en el lóbulo de la misma.
Lo más deprimente es que si hace dos años me preguntabas si creía en el amor a primera vista te respondería sin pensar NO. Pero un día de marzo del 2009, el primer día de clases en mi nuevo colegio, en el momento en que puse un pie en él, fue al único que vi, y al único que sigo viendo.
Creo que reconocerse el amor a uno mismo es un avance. Y es la primera vez que logro hacerlo. Pero para reconocerselo a otro todavia no estoy lista.
Creo que lo que desencadeno esta fractura en mi propia negación fue cuando después de una semana de estar enfermo, M (por llamarlo de alguna manera) se reintegró a clases y para anotar en mi lista de situaciones bochornosas, me quedé colgada mirandolo mientras bajaba las escaleras atras de él cuando se ve que se olvidó de algo y se giró para volver a subir. Entre toda la masa de alumnos que bajaban en ese momento, no pude correrme del lugar y por poco me caigo y lo tiro a él, sino fuese porque me agarro de un brazo. Yo ya estaba roja como una frutilla madura y las risas de sus amigos no ayudaron para que la sangre irrigada por mi corazón dejara de concentrarse en mis mejillas. Él me sonrió y yo seguí mi camino con mi amiga cargándome, SI MUY DE PELÍCULA, ni me lo digan.